Cala Pi es una cala rocosa de arena blanca situada en el municipio de Llucmajor. Una hermosa cala de fina arena blanca, con un mar verdoso y cristalino, rodeada de acantilados y pinos. Es un lugar ideal para realizar diversas actividades deportivas como el submarinismo o el buceo, ya que esta playa cuenta con un gran número de cuevas submarinas. Tiene una longitud de 45 metros y 140 metros de ancho. El grado de ocupación es alto y la playa, semiurbana. Un mar tranquilo y una zona de fondeo la convierten en un lugar seguro para el baño de los niños. El hecho de que no supere los tres metros de profundidad la hace ideal para aquellos que no saben nadar. Ten en cuenta que en esta playa no se permite el nudismo.
Y es que cala Pi es una playa con muchos contrastes: es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad, y al mismo tiempo cuenta con todas las instalaciones necesarias para unas vacaciones inolvidables.
La urbanización de Cala Pi está situada en una bahía idílica rodeada de pinares. En esta zona residencial hay varios bares, tiendas y restaurantes, así como una selección de instalaciones deportivas. Aquí podrás llegar a pie o en coche y cuenta con un amplio aparcamiento. El acceso a la cala se realiza por unas escaleras y no tiene acceso para personas con movilidad reducida. Al inicio de estas escaleras podrás encontrar un restaurante con terraza, desde donde disfrutar de las magníficas vistas a esta cala rodeada de naturaleza salvaje. Poder pasear por la orilla de esta playita al atardecer, sin gente alrededor, es una sensación única. La suave arena blanca da la sensación de una almohada bajo tus pies, no hay nadie más alrededor que perturbe la calma del agua, sólo tú y la naturaleza. Y si tienes la suerte de llegar a Cala Pi antes de la puesta de sol, serás testigo de una de las vistas más hermosas de Mallorca: un despliegue de colores que desafía cualquier descripción y que tiene lugar ante tus ojos. El cielo y el agua brillan con tonalidades opalescentes de malva, rosa, azul y amarillo que harán que sientas la necesidad de pellizcarte para asegurarte de que es real. Cala Pi es un verdadero sabor a cielo en la tierra. Si vienes en otoño e invierno, podrás comprobar que el torrente inunda la playa en gran parte y tiene un aspecto distinto, pero precioso también.