Vilafranca de Bonany es una pequeña localidad de menos de 3.000 habitantes ubicada en el interior de la isla de Mallorca. Esta localización permite conocer de cerca su lado más rural y menos expuesto al boom turístico, ya que no suele ser un lugar frecuentado por el turismo.
Descubre todo lo que te ofrece este pueblo, famoso por sus melones y por su ambiente acogedor.
Cómo llegar
Vilafranca de Bonany se encuentra a unos 40 kilómetros de Palma y de su aeropuerto.
Qué ver
A pesar de ser un pueblo de tamaño pequeño merece la pena ir de turismo y visitar algunos de los lugares más interesantes desde el punto de vista arquitectónico o cultura, que a continuación detallamos en esta pequeña guía:
Pou Viguet
El Pou Viguet es un pozo de la época en la que Mallorca estaba dominada por los árabes. Se encuentra en la salida del pueblo en dirección a San Martín. Es uno de los pozos más antiguos y mejor conservados de la zona, con una cubierta muy peculiar que casi lo cierra por completo.
Yacimientos prehistóricos
El término municipal de Vilafranca de Bonany está plagado de yacimientos arqueológicos de gran valor. En total están catalogados unos 14 yacimientos arqueológicos diferentes.
Iglesia Parroquial de Santa Bárbara
Santa Bárbara es la patrona de la localidad y en su honor se erigió la iglesia que lleva su nombre durante el siglo XVIII. Un rincón de gran belleza y que bien merece una visita durante unas vacaciones en la zona.
Ca Ses Monges
Es uno de los edificios más emblemáticos de este pueblo. En primer lugar tuvo su utilidad como residencia para las monjas de la Caridad. A día de hoy acoge la residencia de la comunidad religiosa así como una escuela municipal para niños de 0 a 3 años. Es un edificio que tiene una fachada sencilla, con un portal adintelado y un pequeño rosetón.
Feria del melón
El primer fin de semana de septiembre se celebra la Feria del melón, con productos gastronómicos y artesanales hechos a base de esta deliciosa fruta. Todo ello acompañado de la mejor música y con actividades para todos los públicos.
Dónde comer
Aunque es un pueblo pequeño, Vilafranca ofrece varios restaurantes perfectos para degustar las riquezas gastronómicas de la zona.
Encontraremos cafeterías muy agradables con terrazas en la calle para disfrutar del encanto de un pueblo de interior típicamente mallorquín, así como restaurantes en los que poder comer tanto comida mediterránea, platos italianos o disfrutar de una buena mariscada.
Dónde dormir
La oferta hotelera de Vilafranca de Bonany sí es muy extensa, con numerosas opciones en las que poder alojarse durante una estancia en el pueblo. Existen muchos hoteles para elegir, algunos de 4 estrellas e incluso algún hotel de lujo. La mayoría de ellos tienen en sus instalaciones piscinas de buen tamaño para darse un buen baño.
También es posible alojarse en pequeñas casas típicas mallorquinas, reconvertidas en acogedores hoteles, o en casas de campo restauradas, rodeadas de bonitos jardines. Sin duda existen opciones para dormir en Vilafranca de Bonany para todo tipo de bolsillos y para cualquier tipo de turismo, ya sea un turismo romántico de parejas o para un turismo más familiar con niños.
Disfrutar de Vilafranca de Bonany y conocer tanto sus riquezas gastronómicas, con el melón como principal protagonista; como sus numerosos restos y yacimientos arqueológicos es ahora más fácil que nunca debido a su variada oferta hotelera. Una oportunidad para descubrir de cerca la Mallorca más desconocida.
