Bienvenido a este maravilloso paraíso donde se encuentran algunas de las playas más vírgenes que puedas imaginar.
Si te gusta caminar, déjate llevar por el inmenso color azul del mar y hallarás en la costa de Ses Salines algunas de las joyas más preciadas de la isla mallorquina, entre las cuales está la playa de Es Caragol.
Este municipio está formado por el pueblo de Ses Salines y el agradable núcleo turístico de la Colonia de Sant Jordi (situado en la costa). Varias salinas milenarias adornan los hermosos paisajes de esta zona con su manto blanquecino.
Si tienes el placer de descubrir su espectacular costa, ubicada en el punto más al sur de la isla de Mallorca, te garantizamos que será una experiencia inolvidable.
Cómo llegar
Qué ver
Su imponente riqueza natural convierte a Ses Salines en el territorio ecológico más importante de Mallorca, declarado por el Gobierno Balear como “Área Natural de Especial Interés Paisajístico y Rural”.
El Pueblo de Ses Salines
Popular por su sal y su miel, este pueblo se distingue por su tranquilidad y su estupenda atmósfera antigua. Es el espacio para experimentar la Mallorca rural, con todos los servicios necesarios para unas vacaciones perfectas.
El edificio más representativo de Ses Salines es la iglesia de San Bartolomé, situado en la Plaza de Sant Bartomeu.
La Plaza Mayor es el punto de encuentro para asistir todos los jueves por las mañanas al colorido mercado semanal. Los residentes y turistas podrán disfrutar de frescas frutas y verduras, variados productos típicos de la zona y souvenirs para llevarse un recuerdo de las vacaciones. En esta plaza también encontrarás el ayuntamiento.
Botanicactus
Este inolvidable jardín botánico es uno de los más grandes de Europa. En él se refugian 1.600 especies distintas de cactus y unas 15,000 especies de plantas, algunas de ellas muy curiosas.
Sus 150.000 m2 son ideales para dar un paseo en familia, respirar el aire libre de toxinas, divertirse y relajarse rodeado de una abundante y particular vegetación.
Cabo y Faro de Ses Salines
Situado en el punto más cercano a África, su magnífica costa regala amaneceres con una fuerza pictórica. Su llanura está poblada por matorrales y sabinas. Es un área virgen en la que resalta un colosal faro, levantado entre 1850 y 1870.
Este magistral espacio permite excursiones fuera de serie: hacia el este se pueden conocer las magníficas calas y acantilados, tales como la Cala des Marmols, Cala S'Almonia o la cueva de Sa Plana. En la ruta por el oeste puede llegarse caminando a la Colonia de Sant Jordi. A menos de 30 minutos a pie se encuentra Platja d'es Caragol, una de las orillas más bellas de Mallorca.
Para llegar hasta aquí, dirígete con el coche en dirección al faro de Ses Salines y aparca a un lado de la carretera. En época estival, encontrar un sitio libre para aparcar puede ser complicado y quizás debas caminar más de lo previsto, así que recuerda llevar abundante agua encima. Una vez aparcado, sigue caminando todo recto y encontrarás el faro como punto de partida de tu trayecto. Ya solo te quedará decidir si ir hacia la izquierda o hacia la derecha, y quedar maravillado con lo que verán tus ojos.
Desde aquí, si el día está bien despejado, podrás divisar la isla de Formentera a lo lejos.
Qué hacer
Aburrirse no es una opción en esta idílica ribera. Sus recursos naturales aportan infinitas opciones para aprovechar al máximo cada rincón de esta joya mallorquina.
Senderismo
Para quienes aman este deporte, Ses Salines es un universo rico en veredas intersantes para descubrir.
Como decíamos antes, el faro de Ses Salines es uno de los principales puntos de partida para el excursionismo, con rutas que te llevarán a diferentes playas, con trayectos de entre 20 minutos a 1 hora, según el punto hasta donde quieras llegar.
El camino de la Cala de Llombards se distingue por su espléndida flora y fauna. Sus exhuberantes promontorios y cuevas provocan admiración en los caminantes.
Dejando atrás la Colonia de Sant Jordi, se abre la oportunidad una vez más de disfrutar de la gran riqueza arqueológica de las islas. Aquí, mirando hacia esos islotes adormilados y tranquilos, tenemos a nuestro alcance el recuerdo de antiguas generaciones, de familias que asentadas en esta parte de la isla hace muchos años, pusieron esas primera piedras que forman hoy los cimientos de una belleza natural difícil de encontrar en otro lugar en el mediterráneo. Date un tiempo para conocer este pequeño rincón antes de seguir tu camino.
Ciclismo
Para los ciclistas un viaje de 16,2 kilómetros entre Sant Jordi y Cala Llombards los espera con un singular panorama agrícola. Los molinos de viento, los restos prehistóricos, las torres de defensa, los almendros, cultivos de cereales y las higueras los acompañarán sobre ruedas.
Deportes acuáticos
Las profundas y transparentes playas del municipio de Ses Salines son el escenario idóneo para practicar el buceo, alquilar canoas o barcas de pedales, navegar en vela y en kayak.
Dónde comer
En Ses Salines hay una amplia gama de restaurantes para satisfacer los paladares más exigentes.
Con un ambiente refinado y música en vivo, los comensales degustarán la elegancia y la exquisitez de los menús especializados en comida mediterránea y europea.
En pleno centro, con una decoración original y acogedora, te esperan las mejores pizzas, paellas y platos autóctonos de este lugar. Y si prefieres los mariscos, los precios moderados y el buen café, en la Plaza Bartolomeu encontrarás varias alternativas que complacerán tus expectativas.
Dónde dormir
La oferta hotelera está integrada por un heterogéneo panorama para alojarse.
Encontrarás paradores revestidos por la grandilocuencia de una mansión del siglo XIII, heredera del rey Jaime I, con habitaciones que conservan el minimalismo y una biblioteca muy singular, situada en una torre que funcionaba antiguamente como prisión.
Igualmente están los hoteles boutique y los 4 estrellas, en el seno de las playas más concurridas. Con estilos tradicionales, estupendas piscinas y un ambiente romántico en sus terrazas, para vivir una estancia inolvidable.
Frente a los lagos salados y con jardines de palmeras y pinos, las parejas y las familias descubrirán una hostería con más de 400 variedades de vino, piscina climatizada, servicio de masajes, tratamientos de belleza y actividades deportivas como el tenis.