Ariany es uno de los rincones más desconocidos de la isla de Mallorca, en el archipiélago Balear. Un lugar ideal para una escapada rural, con hermosos molinos de viento que cautivan la mirada de los visitantes.
Para disfrutar de esta mágica población heredera de la nobleza mallorquina, damos a conocer en esta guía de turismo los lugares de interés para vivir una experiencia inolvidable.
Cómo llegar
Ariany se localiza a 49 km del aeropuerto de Palma. La ruta para llegar a esta localidad de 800 habitantes comprende un viaje 45 minutos en coche.
Qué ver
Si vienes a conocer Ariany, podrás descubrir las diferentes joyas históricas y arquitectónicas durante una agradable caminata por el pueblo.
La iglesia parroquial
Este edificio deleita con su estructura ancestral. Desde el año 1570 ha sido modelado por reyes y marqueses. Vale la pena contemplar su bonita fachada, que contiene tres arcos ojivales acompañados de un balcón de balaustres.
Mirador de sa Creu
Se ubica en una maravillosa especie de terraza, en una zona ajardinada que sirve punto de partida para contemplar el majestuoso paisaje de la comarca del Pla de Mallorca, el Puig de Bonany y el Puig de Randa.
Mercado semanal
Se celebra en el centro de la Plaza Mayor. Es un ritual que se lleva a cabo todos los jueves. Típico y colorido, ofrece frescas frutas y legumbres, flores de diversas especies, ropa y calzado.
Pou Bo, Juró y Aljibe
La ingeniería popular se manifiesta en estructuras muy particulares como el Aljibe, una construcción que data del siglo 19, creada para recolectar el agua con una capacidad de 800.000 litros. Por su parte, el Pou Bo, es uno de los viejos pozos que pueden visitarse en el camino a Petra. Servía como bebedero para los animales. Su exquisita forma cubierta de piedras milenarias, dibuja un oasis en el paisaje. Junto al mismo está Juró, que también funcionaba como lavadero.
Molinos de viento
Sobre esta tierra de leyendas, siguen en pie siete torres de molino. Molí d’en Marinero es la más popular, de finales del siglo XVIII y puede ser visitada en la carretera de María. Otra de las más legendarias es el Molí d’en Rigo. En su interior contiene una hornacina con la figura de San Antonio. Más allá del casco urbano, se puede apreciar el esbelto Molí d’en Guillem Gener. Para continuar este paseo, queda por descubrir el Molí de ses Comunes. Siguiendo por la vereda de Campo, están las ruinas de Molí d’en Piuló y como última parada está el interesante Molí de sa Cabaneta.
Sauberg
Al lado de la iglesia encontramos esta emblemática casa, que dio origen al núcleo urbano de Ariany, con su imponente portal de dovelas de piedra formando un arco. Un lindo sendero empedrado llamado el Camí de la Marquesa, es la huella de la ruta que en el pasado, servía como nexo entre las casas S’auberg y Son Sureda de Manacor.
Cruces de término
Tres cruces resaltan como legado espiritual, en diferentes puntos de esta aldea. Sa Creu es la más vistosa y de interés artístico, con su estilo neoclásico. Este símbolo latino con brazos rectos, recibe el día de La Pascua la celebración del Encuentro.
En la calle de María, la Creu de les Voltes de Son Bonany se alza con un diseño más moderno. Su creación le rinde tributo al rector Martí Truyols. La Creu de la Plaça de l’Església es la más reciente, otorgada por Daniel Mateo en 1970.
Qué hacer
Los amantes del senderismo pueden preparar sus mochilas y comenzar a disfrutar del aire fresco y de los magníficos atractivos de este pueblo durante sus vacaciones. Las rutas son circulares, con terrenos fáciles de recorrer y perfectos para dejarse llevar por el paisaje.
Algunos de los destinos favoritos para las excursiones son el Cami vell Arta torrent Borges, Son de Serra de Marina, Volta y Petra.
Dónde comer
Ariany recibe a sus huéspedes con una exquisita gastronomía mallorquina. Posee una variada oferta de pintorescos y originales restaurantes, en los que se pueden disfrutar de atmósferas que transportan en el tiempo.
Con aromas familiares y auténticos, sus menús cocinados con los más exquisitos productos de la temporada tienen una amplia gama de platos. Desde suculentas parrilladas, pescados y mariscos, con una mezcla de sabores mediterráneos e italianos para chuparse los dedos, hasta comidas muy particulares, como las croquetas de rabo de toro o el cochinillo al horno.
Dónde dormir
Para dormir en este remanso de paz, existen diferentes opciones de alojamiento.
Encontramos modernos hoteles ubicados en un convento del siglo XIX, con piscina y suites equipadas, con todas las comodidades.
En las afueras existe una elegante hospedería, ideal para las parejas. Está provista de wifi, calefacción, una hermosa piscina al aire libre y múltiples beneficios, para un máximo confort.
Para gustos más sencillos están los apartamentos y villas, con Internet, aire acondicionado, cocina equipada y hermosas vistas.